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Este invierno, cambie tres hábitos... ¡y marque la diferencia!
El invierno suele ser sinónimo de frío, días cortos y gastos energéticos que se disparan rápidamente. Sin embargo, adoptar algunas medidas sencillas puede transformar realmente su día a día: más comodidad, facturas más bajas y una menor huella medioambiental. La buena noticia es que no es necesario cambiar toda su rutina para notar la diferencia. Aquí tiene tres hábitos clave que puede adoptar desde ya para disfrutar de un invierno cálido... y responsable.
Caliente de forma inteligente
Sentirse bien en casa no significa necesariamente disparar el consumo de energía. Ajustando algunas prácticas, es posible mantener una temperatura agradable y reducir los gastos:
- Ajuste la calefacción a la temperatura adecuada: 19 °C en las salas de estar y los dormitorios es más que suficiente.
- Cierre las persianas y corra las cortinas por la noche: un gesto sencillo que permite conservar de forma natural el calor acumulado durante el día.
- Póngase un jersey o una manta antes de tocar el termostato: a menudo, esto es suficiente para recuperar el confort.
- Opte por una bolsa de agua caliente: perfecta para calentarse localmente sin calentar toda la habitación.

Estos gestos cotidianos, fáciles de poner en práctica, le permiten reducir sus facturas y limitar su consumo de energía, especialmente durante los periodos más fríos.
Consume de otra manera
Entre las fiestas de fin de año y los periodos promocionales, el invierno suele asociarse con un periodo de consumo excesivo. Sin embargo, algunas decisiones meditadas pueden marcar una gran diferencia:
- Regale obsequios duraderos, útiles o hechos a mano, que tengan sentido y no acaben en el fondo de un armario.
- Compre menos, pero mejor: dé prioridad a los productos locales, diseñados de forma responsable y, a ser posible, reparables.
- Done o revenda lo que ya no le sirva: sus objetos pueden tener una segunda vida y hacer felices a otras personas.
- Apoye a los artesanos y empresas francesas, que trabajan en circuitos cortos y favorecen una producción más razonable.

Al consumir de forma más consciente, reduces los residuos, valorizas el trabajo local y das más sentido a tus compras. Una forma sencilla de disfrutar del invierno sin caer en el consumo excesivo.
Come productos locales y de temporada
Tu alimentación también puede convertirse en una poderosa herramienta para pasar un invierno más responsable. Comer mejor también significa consumir mejor:
- Cocina en casa con productos de temporada: sopas reconfortantes, gratinados deliciosos, tubérculos... El invierno ofrece una amplia variedad de ingredientes sabrosos.
- Reduzca el desperdicio de alimentos: cocine las sobras, congele los excedentes, transforme las verduras estropeadas en cremas.
- Dé prioridad a los circuitos cortos y a los pequeños productores: esto apoya la economía local y reduce el transporte de alimentos.
- Utilice envases reutilizables: tarros, bolsas de tela, cajas herméticas... son soluciones que permiten reducir considerablemente los residuos.

Más allá del gesto ecológico, comer productos locales y de temporada también permite disfrutar de alimentos más frescos, de mejor calidad y, a menudo, más económicos.
Bonus: ¿Y si tu hogar fuera tan ecológico como tus gestos cotidianos?
Adoptar nuevos hábitos para el invierno también es una oportunidad para replantearse la decoración del hogar y dar prioridad a los muebles sostenibles, fabricados con materiales saludables y responsables. Optar por madera maciza, muebles diseñados para durar o muebles reparables y personalizables permite reducir el impacto medioambiental y crear un refugio acogedor para la temporada de frío.
En nuestro taller de Normandía, fabricamos muebles de madera maciza, protegidos con barnices al agua, pensados para ser robustos, duraderos y reparables. Ya se trate de una cama individual o cama doble, un somier, un escritorio o incluso una escalera cubo con espacio de almacenamiento, nuestras creaciones se inscriben en un enfoque de ecodiseño: privilegiar la calidad, la longevidad y el estilo atemporal en lugar del consumo excesivo.
Todas estas opciones, sumadas, transforman su hogar en un espacio verdaderamente responsable, en consonancia con sus nuevos hábitos para el invierno.
En resumen
Este invierno, tres grandes hábitos bastan para marcar la diferencia:
- Calentar de forma inteligente
- Consumir de otra manera
- Comer productos locales y de temporada
Gestos sencillos, al alcance de todos, que permiten disfrutar de un invierno más suave, más responsable y más respetuoso con el planeta.